Evaluación 1
Grupo numeroso- maduro- participativo- joven- cuestionador
Reunión: amena- programada- desarrollada según pautas
Comenzamos con una oración y poniéndonos en presencia del Espíritu Santo
Al llegar, se iban ubicando en las sillas colocadas en círculos para ocho personas.
Se les distribuyó: el cuento para la reflexión llamado "La fiesta", el versículo de Mateo 20,19, el folleto para llevarse a casa y seguir reflexionando y la carta del Arzobispo con motivo de la Pastoral de niños.
El objetivo se alcanzó plenamente. Respuesta superior a las expectativas.
La evaluación que puedo realizar se basa en la comprobación de que la catequesis la realizaron los concurrentes. Se acercaron al frente un coordinador por cada grupo de ocho personas, dos parejas de padres y dos de padrinos, en total eran más o menos diez personas.
Ellos comunicaron a los presentes las conclusiones del trabajo realizado de una manera profunda y llena de contenido. Todos destacaron como el mayor impedimento para crecer en la fe, la presencia (o ausencia) de una Iglesia que no ofrece facilidades a sus fieles para que puedan acercarse a ella en los momentos que disponen. Compararon la Iglesia Católica con otras de otras confesiones que van al encuentro de los fieles, no espera que lleguen, los buscan.
El cuento les pareció muy motivador y descubrieron que casi ninguna pregunta existencial se la habían respondido desde la fe. Destacaron la necesidad de formarse.
Hubo concenso en cuanto a la dimensión social y natural de la vida y del bautismo, no así en el ámbito de la fe. Se notó confusión. Concluído el encuentro, se acercaron personas a preguntarme como hacer para participar de grupos de reflexión.
La gente joven se nota muy interesada en el compromiso con el mundo, con hechos concretos más que con palabras.
Evaluación 2
Grupo menos numeroso que otras veces.
Se vivió un excelente clima de camaraderia. Según sus propias palabras, se sintieron acogidos, entretenidos, interesados.
Se asombraron de encontrar apertura en las personas que estaban guiando el encuentro. Trabajaron con gran entusiasmo y participaron muchísimo.
Hubo un testimonio muy rico de parte de un papá que se sintió identificado con el cuento y su contenido ya que él se alejó de la Iglesia por los motivos que el mismo refleja. Este señor integra con su esposa, un matrimonio mixto, realizado por la Iglesia católica y la judía y se manifestó muy contento de haber concurrido ya que encontró algo muy diferente a lo que esperaba.
Otro papá contó que su primera hija había sido bautizada en otra Parroquia y que la charla había sido muy aburrida y nada enriquecedora. Nos felicitó por la apertura.
Otros también dijeron que estaban contentos porque no sintieron en ningún momento que estaban frente a alguien que quería "dar clase". Les pedí que, de ahora en adelante, no se refirieran más a la "charla prebautismal"sino al "encuentro" prebautismal.
Evaluación 3
Grupo numeroso, maduro, participativo, joven, cuestionador
Reunión: amena, programada, desarrollada según pautas. Pautas cumplidas.
La catequesis la realizaron los participantes. Actuaron como coordinadores de los grupos, más o menos diez personas que hablaron muy bien a los presentes,con contenido y profundidad.
El aspecto más enunciado como impedimento para crecer en la fe : La Iglesia.Según los participantes, otras confesiones ofrecen más facilidades, van, y no simplemente esperan que lleguen fieles.
Aspecto positivo: los valores, y descubrir que casi ninguna pregunta se la han respondido desde la razón y la fe. Les gustó mucho el cuento "La Fiesta"
En el ámbito natural hay consenso, no así en el ámbito de la fe. Hay todavía confusión.
Se acercaron personas a preguntar como hacer para participar de grupos de reflexión.
Se los notó interesados en el compromiso con el mundo, con actos concretos más que con palabras.
Un joven me preguntó por "la verdad", si había una sola o si cada uno tenía una parte.
Preguntas no respondidas:
Cuales son las diferencias entre bautizados y no bautizados
Que significa ser discípulos y misioneros
Ayuda la fe a responder las preguntas?
Por qué la fiesta: por el mismo motivo que para la comunión, comida, unión, compartir con los que uno quiere
Discípulos: yo, los nuestros
Por qué y para qué: porque quiero darle de lo recibido
Qué enseñar: los mandamientos, el amor a los otros, ayudar
Con que ayudas contamos:los padres, los catequistas, la familia , la comunidad
Evaluación 4
Características del Grupo: semi apático, poco comunicativo
Asistentes: veintiseis personas
No hubo preguntas a responder
Discípulos: todos, hijos, ahijados
Fiesta: Compartir en familia
Por y para qué: para seguir la tradición, comenzar un camino de fe
Qué enseñar: valores, fe, a ser buenas personas
Cómo: con el ejemplo, coherencia, testimonio
Ayudas: fe, colegio, familia, libros, Biblia, Psicología, etc
Evaluación 5
Preguntas sin responder:
Por qué bautizarse
Qué es recibir a Jesús por primera vez
Por qué se necesitan padrinos
Fiesta:
Integración familiar
Discípulos:
Hijos/ahijados, nosotros, todos
Por qué bautizarlos
Inicio y después que puedan elegir
Entrada a la fe
Para qué
Acercarlo a Dios
Qué enseñar
Medios para ejercer la fe
Que la fe se comparte
Religión como una herramienta más
Cómo
Compartiendo
Ayudas
Familia, parroquia, amigos
Síntesis catequística:
Se leyó Mc. 16-15 a 18 Conversión de Pablo
El resumen conclusión, apuntó esta vez a transmitir que el Bautismo es el inicio de la vida de fe, que implica una misión, ir, bautizar y hacer discípulos. Considerar la familia como la iglesia doméstica donde se comparte la fe.
Los padres son para sus hijos, sacerdotes, profetas y reyes. La fiesta se hace para unir a la familia, contribuir a la integración familiar.
Discípulos somos todos los que seguimos al Maestro (Jesús).
¿Después que elijan?...no, fuimos elegidos por Dios para siempre, aunque nosotros nos alejemos Él siempre nos está llamando y espera que volvamos a Él.
Aporte de una mamá: "La fe es un medio y una herramienta de carácter sanador", afirmación que merecería una profunda reflexión y discernimiento para no caer en el simplismo mágico.
Evaluación 6
Grupo difícil, desmotivado, ausente, distraido, excepto unos pocos. Susceptibilidad de un padrino o padre que, al decir yo que el Bautismo se toma a veces con ligereza,se sintió interpelado. Expresó que él sabía muy bien por qué quería bautizar a sus hijos y le pregunté si para él la fe tenía algo que aportar a la vida del trabajo, de la economía, de la política. La respuesta fue que no y me llevó a cambiar la metodologia y explicar la Doctrina Social de la Iglesia, los desafíos del mundo de hoy y que la fe tiene también una dimensión social. Resalté el tema de la misión del bautizado para transformar la realidad humana siendo discípulos y misioneros.
Leí Mt. 28 y Mc. 16 haciendo un paralelo.
Evaluación 7
El miércoles asistieron treinta y seis personas y el jueves cincuenta y cuatro.
Comenzamos como siempre con la lectura del Salmo 23 haciendo la salvedad de que se comienza el encuentro con un Salmo porque son las oraciones con las que también oraba Jesucristo.
El Salmo 23 es el del Buen Pastor y tiene claras alusiones a lo que deberíamos esperar como bautizados y también tiene referencias ("con aceites perfumas mi cabeza") al óleo con que se signa al bautizado.
También la comparación nos lleva a reflexionar a partir de: "una mesa has preparado para mí" lo cual nos permite pensar en la Eucaristía.
Y por último, el mensaje que nos deja de que el Buen Pastor siempre nos acompaña y guía y: "aunque atravesemos por quebradas oscuras no temeremos ningún mal porque con su vara y su cayado nos acompaña".
Luego de ésto se pregunta a los presentes a qué los han invitado y todavía, luego de casi seis años, siguen repitiendo que "a una charla", "a una reunión de padres y padrinos", pero no se les dice lo que es en realidad: un "encuentro" de padres y padrinos. Se les explica por qué están las sillas agrupadas de a ocho, para que se sienten dos parejas de padres y dos de padrinos, en definitiva dos familias que bautizarán a sus hijos/ahijados el mismo día, por lo tanto es bueno que aunque sea se vean las caras y cuando coincidan en la celebración, mínimamente se recuerden mutuamente.(no hay tiempo para mucho más)
La metodología del encuentro ya ha sido explicada largamente pero las conclusiones a las que arriban los asistentes son cada día diferentes y, es asombroso para un catequista descubrir tanta variedad de situaciones según las edades y condiciones sociales de cada familia y de cada persona.
Ayer por ejemplo, algunos no se mostraban muy cómodos con el hecho de tener que hacer un trabajo de reflexión sobre el propio bautismo e inclusive una madre no estaba dispuesta a manifestar en voz alta lo que ella pensaba y/o creía.
Mi posición como animadora del encuentro tiene que tender a respetar la decisión de cada uno pero también a animarlo a la participación; si aún así la respuesta es negativa, dejar que lo sea sin forzar.
Es muy difícil algunas veces que, de ocho personas que conforman un grupo, decidan cuál será el que pueda expresar a todos lo que se discutió en el grupo y las conclusiones a las que arribaron pero, aún así, hay que insistir suavemente y a veces con rasgos de humor para descomprimir esa coraza que puede llamarse timidez, temor al ridículo, nerviosismo, etc.; las personalidades son todas diferentes y así debe ser por lo cual es importante que se sientan cómodos pero a la vez descubran que son los protagonistas del encuentro.
A las preguntas que el cuento y la cita del Evangelio de Mt. 28 que son:
Como adultos que somos: ¿qué preguntas aún no nos hemos respondido?
¿Por qué el Bautismo se celebra con una fiesta familiar?
¿Quiénes son nuestros discípulos?
¿Por qué los bautizamos?
¿Para qué?
¿Qué les tenemos que enseñar?
¿Cómo?
¿Con qué ayudas contamos?
Las respuestas a la primer pregunta :
¿Qué preguntas aún no nos hemos respondido?
Esta es una pregunta capciosa pues todos o la mayoría piensan que son preguntas sobre el Bautismo en sí pero algunos, por suerte, descubren que son las grandes preguntas de toda la vida de la humanidad, las preguntas por el sentido. En el intercambio de respuestas de los diferentes grupos se va dando la transmisión de una catequesis en la que la experiencia de vida de uno va iluminando a otros.
Las respuestas más comunes son las siguientes:
Ninguna
No sabemos si tenemos preguntas, a lo mejor sí pero...
Por qué tenemos que bautizar a nuestros hijos siendo tan chiquitos
Qué pasa si no nos bautizamos
Por qué hay pobreza
Por qué la enfermedad
Por qué la muerte
En realidad son muchas y en el grupo creemos que las iremos respondiendo durante toda la vida
Muchas
Por qué la Iglesia es una Institución cerrada
Por qué se cobran los sacramentos
En realidad es muy poca la gente que trata de ver más profundamente este tema de las preguntas y es asombroso ver como muchas veces los que parecen ser de condición más humilde tienen algunas cosas más claras que otros que llegan llevándose todo por delante, atendiendo llamadas o haciendo llamadas desde el celular, levantándose y yendo y viniendo de aquí para allá.
Captar la atención de los presentes no es tampoco fácil y me doy cuenta cuándo se produce porque se hace un gran silencio y la atención se manifiesta.
Ante la pregunta:
¿Por qué el Bautismo se celebra con una fiesta familiar?
Aquí todo es más homogéneo, las respuestas apuntan a la participación de la alegría en familia y a la entrada en la comunidad eclesial. Se le da mucha importancia a la fiesta en sí, al compartir y preparar todo con mucho amor.
Otra pregunta:
¿Por qué y para qué nos/los bautizamos?
Respuestas:
Para que sea cristiano
Por tradición
Por costumbre
Para que sea hijo de Dios
Para que siga con la fe de los padres
Para darle protección
Para librarlo del pecado original
Etc.
Observación: casi todos tienen claro el por qué pero no el para qué que es justamente el compromiso con los valores del Evangelio a desarrollar en la vida diaria personal y comunitaria.
¿Quiénes son nuestros discípulos?
Respuestas:
Nuestros hijos (la mayoría)
Nuestros hijos y ahijados
Todos, incluidos nosotros
Todos los que no conocen a Cristo
También los de otras confesiones
Algunos, muy esporádicamente dicen que en el momento del encuentro todos somos discípulos unos de otros, incluida la animadora.
¿Qué les tenemos que enseñar y cómo?
Respuestas:
A ser buenas personas
A ser buenos cristianos
Valores humanos (solidaridad, respeto, etc.)
A tener fe
A que por ahora son bautizados cristianamente pero cuando sean grandes podrán optar por otra religión.
A ayudar a los demás
Etc.
Ante el cómo enseñar, las respuestas son:
Con el ejemplo
Con la vida
Con la Palabra de Dios
Con el Evangelio
Con la catequesis
Algunos, muy pocos dicen que la familia toda es escuela de fe.
¿Con qué ayudas contamos?
La mayoría: con la familia, los amigos, los educadores, el colegio
Otros: con los sacerdotes, los catequistas, la Biblia.
Estas son las observaciones que, a lo largo de seis años fui recogiendo de los encuentros prebautismales, con lo cual reconozco que es una ocasión de anuncio o rememoración o anámnesis del propio bautismo y de allí partir para encarar la educación en la fe de los hijos desde y en la familia primero aunque, es totalmente insuficiente porque un encuentro no servirá de mucho a algunas personas y a otras quizá les mueva interiormente como para seguir buscando.
Las conclusiones de los encuentros son todas diferentes de acuerdo a lo expresado por los propios participantes pero el mensaje es el del Evangelio:
"Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos y bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a hacer todo lo que yo les pido, yo estaré con ustedes siempre" (Mt. 28)
Bautizarse es optar por un estilo de vida evangélico y evangelizador pero, como nadie puede dar de lo que no tiene o hablar de lo que no conoce, puede hacerlo con muy buena intención pero erróneamente.
La misión de los padres y padrinos es acompañar a sus hijos/ahijados en su crecimiento en la fe, la esperanza y la caridad.
Y como dice Don Bosco: "formar buenos cristianos y honrados ciudadanos" porque la fe es la vida, son inseparables como inseparable es la persona, el que cree, vive como cree y actúa de acuerdo a lo que cree en cada lugar donde le toque actuar, en su familia primero y luego en cada situación laboral, cívica, política, educativa.
Conclusión:
Queda mucho por hacer para que el Bautismo, ese sello que nos marca con la impronta del Espíritu Santo, sea el inicio de un camino o itinerario permanente de evangelización de la familia, de la persona que incluye la doctrina pero no la agota sino que se realiza en la vida de cada día.