sábado, 30 de junio de 2007

Familias ensambladas

Algunas maneras de evitar los conflictos



"Las fiestas son celebraciones centradas en la familia y causan tensión en casi todos los hogares. En las familias ensambladas se activan recuerdos y sentimientos de otras fiestas, especialmente en los chicos, y son frecuentes sentimientos de pérdida y tristeza.

Si los grandes no se ponen de acuerdo, es casi inevitable que los chicos sean tironeados y que existan conflictos de lealtades: que sientan que si están con el papá y su nueva esposa traicionan a la mamá, y viceversa", explica la doctora Dora Davison, psiquiatra especializada en terapia familiar y presidenta de la Fundación Familias Siglo XXI, entidad sin fines de lucro que desde 1995 trabaja en nuestro país la problemática de esta creciente estructura familiar.

Con referencia a las vacaciones la doctora Davison afirma que las vacaciones de las familias ensambladas necesitan de una especial planificación. "Hay que conciliar diferentes gustos y hábitos, y a partir de ahí discriminar qué se puede y qué no -dice la psiquiatra-. Y tener expectativas realistas: no se puede esperar que quince días de descanso resuelvan problemas que hay que resolver durante el año."

El capítulo de las expectativas, en opinión de la experta, es una de las grandes claves de unas buenas vacaciones. "Hay hombres que quizá piensan que su nueva esposa funcionará como una verdadera madre y que sus hijos estarán cuidados y él atendido, y tal vez esa misma esposa piensa que él la protegerá y que dará seguridad y se ocupará de todos; o puede ocurrir que ella o él, sin hijos, tengan expectativas románticas olvidando que también van a veranear con chicos... De parte de los hijos, las expectativas pueden ser que el papá pasará más tiempo con ellos a solas, o que harán las mismas cosas que cuando eran una familia nuclear."

Según Davison, la combinación de todos estos sueños puede ser una bomba de tiempo y las vacaciones resultar un fiasco.

"Aconsejamos que cada uno se dé un tiempo y un espacio propios -afirma la especialista-. La pareja debe planificar momentos a solas: ir a cenar, a caminar. Tiene que tener su lugar porque así los cónyuges se sentirán tomados en cuenta como esposos.

Si el papá veranea con sus chicos, es bueno que compartan un tiempo especial, a solas, ir de pesca, andar en bici, ir a caminar... Quizá son chicos que no ven mucho a su papá durante el año y si viven buenos ratos con él de vacaciones pueden sentir que no perdieron del todo a ese papá."

También es aconsejable que la familia ensamblada comparta un momento todos juntos. "Aunque sea un rato, una cena, ir a tomar un helado, compartir un cine -dice la psiquiatra-. Eso es quizá suficiente para que todos se relajen y las relaciones sean más fluidas entre los integrantes de la familia ensamblada."

Fuente: Fundación Familias –Siglo XXI
Informes: familiasiglo21@yahoo.com.ar
http://familiasiglo21.ciudad.org

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