El animador pastoral es un catequista…capaz de entender el tiempo de desarrollo de un encuentro como un espacio privilegiado de comunicación y acercamiento, y de valorarlo como una posibilidad de desarrollo humano y de trasnmisión de valores.
Es alguien que se implica personalmente, pone en juego toda su persona implicándose de forma responsable y coherente. No es tan importante que sea un buen técnico o un trasnmisor de acciones que consigan efectos automáticos, sino que lo indispensable es su propia identidad, su ser, su manera de vivir.
Es necesario que aporte al grupo su ser y su hacer. Su ser supone vivir de acuerdo con unos ideales, exige fidelidad a unos compromisos concretos consigo mismo y con el grupo.
No educa sólo por lo que dice sino por lo que es, por medio de sus actitudes básicas. Obra en nombre de su ser persona y de la persona del otro.
Su respuesta debe ser libre e interior, ofreciendo una presentación de valores y de fe con la identificación y el acercamiento de las palabras, los gestos y el servicio.
Desde su autoconocimiento, porque es necesario partir del conocimiento de uno mismo, de las propias posibilidades y limitaciones.
No puede ser un extraño para sí mismo y debe mostrarse como una caja abierta donde acoger a los demás. Debe aceptar sus propios errores y su incapacidad para responder a todas las preguntas. Sólo así podrá, de forma sucesiva, aceptar a los demás y ser un discípulo y misionero.
En la construcción de una Iglesia, una sociedad y un hombre y una mujer nuevos…proyectándose hacia un ideal de hombre y mujer que signifique un horizonte de exigencia, crecimiento y maduración personal biológica, psíquica, espiritual y social.
El animador/a se presenta como un modelo y proyecta una imagen de comportamiento y de manera de actuar que no es neutra. Es un mediador que se construye fomentando procesos liberadores en la historia de cada uno constituyéndose en un medio capaz de llevar adelante unas opciones personales. Ha encontrado el sentido de la vida en su forma de pensar y de sentir.
Se ha descubierto como una persona libre que vive en consecuencia con esta serie de opciones tomadas.
Ha descubierto que su papel en la historia no es ser un sujeto pasivo sino un agente activo y comprometido con la realidad.
Desea llevar a cabo la trasnformación de dicha realidad que conoce, acepta y comprende.
Concibe la educación en la fe como un medio para construir un hombre y una mujer íntegros, capaces de vivir con autonomía y ser dueños de sus propias ilusiones. Capaces de tomar sus propias decisiones orientadas según el Evangelio.
Sabe que vale la pena comprender la vida desde la razón y desde la fe y convierte su tiempo en un "Kairós" liberador para él y para los demás.
Está dispuesto a poner sus cualidades al servicio de los demás y, especialmente, de aquellos que más lo necesiten.
Quiere crecer como persona haciendo de su vida una respuesta a esa llamada de Dios que le invita a ser una persona plena.Para ser animador pastoral, siendo un educador, hay que ser, previamente, uno mismo. Por ello, la tarea principal que tiene pendiente es preguntarse por sí mismo y su relación con Dios. Sólo así la acción de un animador responderá a las convicciones profundas de cada uno.
Perfil del animador/a
1.- Autenticidad
2.- Apertura a los demás, estima, acogida, acercamiento. Se muentra como un amigo en quien poder confiar. No presiona a nadie y se interesa por las personas.
3.- Responsabilidad ante su compromiso y ante los objetivos y las normas de su actuación concreta. Sabe aceptar las consecuencias de sus actos.
4.- Creatividad, imaginación, originalidad. Se adapta a las circunstancias y a las necesidades del grupo y de las personas en cada momento. Va cambiando las actividades y los recursos pedagógicos que utiliza se van adaptando a la realidad de cada grupo.
5.- Optimismo, alegría, ilusión. Es una persona positiva que comprende la vida desde todos sus aspectos buenos. Es capaz de leer las potencialidades escondidas en los demás. Es risueño, tiene sueños e ilusiones de futuro, que son esperanza y horizonte. Ayuda a construir habilidades y despierta las posibilidades que cada uno tiene como predisposiciones.
6.- Disponibilidad, entrega, servicio. Sabe que el protagonista de la acción pastoral es el Espíritu Santo y todas las acciones deben orientarse según el Evangelio. Interviene desde la humildad y la gratuidad de quien no espera reconociemiento por su labor. Tiene capacidad para el trabajo y es constante en su actuación para que ésta sea significativa.
7.- Dinamismo y decisión. Muestra interés por las personas desde una posición dinámica que mueve y motiva. Es capaz de tomar decisiones y tener criterios claros de priorización.
8.- Realismo y espíritu crítico. Analiza la realidad que le envuelve y es capaz de preocuparse y acercarse a los problemas que detecta. Desde la objetividad se une a otras personas para buscar soluciones.
9.- Comprensión, sensibilidad, empatía. Se pone del lado del otro para ver las cosas desde su ángulo porque tiene el deseo profundo de comprender mejor.
10.- Comunicación y expresión. Es capaz de trasnmitir aquello que sabe y que siente, y lo trasnmite de forma pedagógica y didáctica para llegar a los educandos de forma natural y despertar en ellos la fe que tienen adormecida y le den entrada en su vida a Jesús el Buen Pastor.
11.- Permisividad. Es permisivo aunque tiene autoridad, entendida fuera de la estructura que lo envuelve. Una autoridad moral que nace del contacto y del acercamiento, es innata e interior en la persona.
12.- Capacidad organizativa y de trabajo en equipo. Es consciente de lo importante que es planificar y programar las actividades para que éstas se llenen de sentido y respondan a unos objetivos concretos que parten de las necesidades de las personas. Comprende que su tarea de líder debe llevarse a cabo junto a un equipo.
13.- Justicia. Considera a todas las personas iguales, con las mismas ortunidades, eligiendo el lugar desde donde mejor puede intervenir. No tiene prejuicios ni preferencias, mostrándose tolerante antre la diversidad de caracteres, valores, actitudes y maneras personales de pensar y actuar.
Rasgos negativos que se deben evitar
1.- Falta de identidad personal.
2.- Inhibición ante los problemas. No tiene que esconderse de las situaciones problemáticas que se desarrollan a su alrededor.
3.- Dependencia de los demás. No es aconsejable ser la sombra de nadie, ni esperar que los demás tomen decisiones por uno mismo. Tampoco depender de las actividades que se conocen y evitar el cambio y la innovación por miedo a no tener respuestas a cuestiones que ello plantee.
4.- Pesimismo, antipatía y mal genio. No se debe ceder ante el fatalismo de pensar que los problemas no tienen solución. No debe mostrarse lejano, enfadado o distante.
5.- Orgullo y prepotencia. No debe utilizar su posición como arma para conseguir resultados concretos. No debe creerse más importante que los demás.
6.- Crítica y autoritarismo. No se debe tener miedo, ni refugiarse bajo el mando de la autoridad. No es bueno tener estereotipos ni clasificar a las personas. Debe evitar criticar, juzgar o enfrentarse a los educadores.
7.- Ser interesado. No puede esperar gratificaciones, agradecimientos, ni recompensas por su labor.
8.- Proteccionismo. No debe tener sentimientos paternalistas que todo lo permitan. No debe moverle ni la compasión ni la lástima. No tiene que evitar que las personas se cuantas veces sea necesario, para que puedan aprender de sus propios errores.
9.- Obsesión por el trabajo. No debe tener una tarea sin control, ni dedicar más horas de las necesarias a la planificación de las actividades.
El servicio de la animación significa un compromiso por parte de la persona que lo vive. Se tiene que poder confiar en el líder y en su palabra. Es por eso que los líderes deben tener unos derechos y unos deberes que guíen su actuación y le den un sentido pleno y coherente.
Algunos de éstos podrían ser los siguientes:
Deberes:-
-Cumplir su compromiso y ser fiel a su grupo, es decir, profundamente responsable.
- Estar al servicio del grupo y de sus miembros, a los que debe facilitar la autonomía.
- Tener en cuenta los objetivos del grupo.
- Saber replantearse a sí mismo desde una perspectiva dinámica.
- Debe desarrollar un espíritu de búsqueda, de imaginación.
- Ser responsable sin caer en la manipulación, buscar el equilibrio.
- Es preferible que trabaje en equipo para evitar la soledad.
- Debe compromenterse a hacer bien su labor.
Derechos:-
- Al error y al fracaso.
- A las convicciones personales y a la vida privada.
- A la participación y a la determinación de los objetivos y medios.
- Al reposo, al descanso.
- A la formación contínua.
- Al repartimiento de las responsabilidades y de las funciones.
- A la libertad de expresión y de pensamiento.
Qué tipo de animadores líderes hay?
El oportunista. Sólo se implica en actuaciones que pueden favorecer su prestigio o su imagen.
El indeciso. No sabe qué es lo que quiere y se deja llevar por las circunstancias y el momento.
El profesor. Es un sabelotodo. Se sirve de su función para ir dando lecciones a todo el mundo.
El rígido. Sólo actúa con el consentimiento y la aprobación de la autoridad competente.
El ocasional. Practica provisionalmente la animación mientras espera encontrar trabajos más favorables.
El técnico. Busca eficacia mediante la metodología.
El manipulador. Utiliza su posición para lograr que todos los demás piensen como él.
El estético. Actúa porque le gusta que le observen y le escuchen sólo a él.
El desanimado. Tiene buena voluntad pero se desanima con mucha facilidad.
El idealista. No analiza las personas y sus características, lucha por cambiar el mundo desde sueños imposibles y utopías irrealizables.
El compensador. Busca el cariño y la compañía de los otros. Necesita sentirse válido para esconder su complejo de inferioridad.
El superlíder. Todo lo hace bien, núnca se equivoca y lleva razón en todo. Nadie le puede enseñar nada.
El ausente. Parece que no esté, núnca da su opinión a cerca de nada. Siempre está en otras cosas.
El colega. Se pone siempre a favor de los demás para caer bien sin mirar si llevan razón o no . Les permite cualquier cosa por evitar enfados y enfrentamientos.
El infantil. Participa de las actividades como si fuera un niño. Las prepara a su antojo y preferencia.
Funciones del animador
Respeto al grupo
1.-Promover la cohesión del grupo
No tener preferencias entre las personas del grupo
Facilitar la interacción para que todos se sientan iguales
No ser ni superactivo ni pasivo, deja que el grupo se organice por sí mismo según sus propias preferencias
Expresar sus sentimientos, pensamientos y opiniones respecto al grupo
Estar atento a la integración de las personas en el grupo
Promover la tolerancia y la aceptación de todos los miembros
Favorecer un clima de confianza donde intercambiar pensamientos y sentimientos
Es muy importante que dentro del grupo el líder tenga un papel dinamizador. No puede ser uno más, sino que debe tener una posición específica para favorecer el buen funcionamiento del grupo. Debe procurar que todos los miembros se sientan acogidos, respetados y queridos por igual. Él no debe llevar la iniciativa ni encaminar al grupo a su antojo, sino que debe procurar que sean los mismos miembros quienes decidan el tipo de grupo que quieren.
Es por esta razón que el animador debe conocer dinámicas de grupo y juegos, así como tener recursos para trabajar en cada momento aquello que la situación del grupo necesite. Debe ser un orientador que forme parte del grupo pero desde una distancia que le permita llevar a cabo su tarea.
2.- Respecto a las personas
Escuchar atento a todos, interesándose por lo que tengan que decir: No imponer su punto de vista. Apoyar al otro respetando sus pensamientos, sentimientos y opiniones
Comprender al otro, aunque eso no significa estar de acuerdo con él.
No hacer valoraciones subjetivas ni dar órdenes
Dar apoyo e integrar a quien no hable
Guiar y orientar dando perspectivas claras e invitando a examinarse uno mismo para descubrir defectos y cualidades
Hacer ver la necesidad de mejorarse como persona
Procurar que el otro se sienta amado
Liberar a la persona, mostrándole todas las posibilidades que tiene para escoger, descubriéndole nuevos caminos
El animador/a pastoral es un facilitador que trabaja con las personas y para las personas. Debe tener muy claro que él acompaña y que en este acompañar, tiene la función de optimizar procesos de crecimiento y de maduración personal. Las personas deben ir descubriendo su propio camino y necesitan la mano amiga de alguien que le guíe desde la experiencia, la coherencia y el amor. El animador/a tiene una tarea importante de apoyo a la persona que está creciendo y debe despertar en él/ella todo lo bello que tiene dentro y que Dios le dio junto con el don de la vida.