Hoy comienza otra vez el Adviento y, cuando se nos pregunta sobre el significado que tiene para nosotros, quizá lo primero que respondamos es que es el tiempo de espera de la Navidad. Sí, es cierto pero es mucho más que eso. Esta época del año nos sorprende sumidos en infinidad de ocupaciones y agitaciones, reuniones de fin de año, exámenes, balances, preparativos de las vacaciones y toda esa vorágine nos hace distraernos del sentido primordial de la gran fiesta que se avecina para los cristianos.
Adviento, venida, espera, esperanza, esperamos un gran día, el de Navidad, el del nacimiento histórico de Jesús de Nazareth. Dios se hace uno de nosotros y ya no estamos solos porque el Señor está con nosotros, cerca de nosotros y nos trae una esperanza que en cada tiempo de Adviento renovamos.
Porque el Señor siempre está viniendo a nuestra vida, aún cuando estemos atravesando una quebrada oscura, como nos dice el salmo del Buen Pastor. Y precisamente cuando atravesamos una de esas quebradas oscuras quizá la tentación nos asalte y dejemos de rezar. Pero tenemos que saber que hay una oración para hacer desde la oscuridad, esa oración consiste en tres palabras...¡Ven Señor Jesús". Y el Adviento es el tiempo de la venida de ese Señor al que esperamos.
Ayúdanos a salir a tu encuentro
¡Ven Señor Jesús!
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