lunes, 17 de marzo de 2008

El prejuicio


¿Qué es el prejuicio?

Nosotros normalmente llamamos “prejuicio” a una opinión o conjunto de opiniones, a veces también a una doctrina, que es aceptada acrítica y pasivamente cuyo dictamen aceptamos sin discutirlo sin verificarlo, por inercia, por respeto o por temor, y la aceptamos con tanta fuerza que resiste toda refutación racional; es decir, a toda refutación que se haga recurriendo a argumentos racionales.


En general puede decirse que el prejuicio se distingue de toda aquella opinión errónea que puede ser corregida mediante los recursos de la razón y la experiencia. Precisamente porque no es corregible o es menos fácilmente corregible, el prejuicio es un error más tenaz y socialmente más peligroso. Existen distintas formas de prejuicio.

Una primera distinción útil es aquella que se debe hacer entre prejuicios individuales y prejuicios colectivos. No nos interesan los prejuicios individuales como las supersticiones, las creencias idiotas en la mala suerte (…etc.).

No nos interesan, porque no tienen la peligrosidad social de los prejuicios colectivos. Denomino prejuicios colectivos a los compartidos por todo un grupo social que conciernen a otro grupo social. La peligrosidad de los prejuicios colectivos depende del hecho de que muchos conflictos entre grupos, que incluso pueden terminar en violencia, derivan del modo distorsionado en el que el grupo social juzga al otro, generando incomprensión, rivalidad, enemistad, desprecio o mofa.

Generalmente este prejuicio es recíproco, y tanto de una parte como de la otra es tanto más fuerte, cuanto más intensa es la identificación por parte de los miembros individuales con el propio grupo. A esta identificación-contraposición contribuye precisamente el prejuicio, es decir, el juicio negativo que los miembros de un grupo hacen de los caracteres del grupo rival. Nos ocupamos del prejuicio colectivo por sus consecuencias nocivas.

La consecuencia principal del prejuicio de grupo es la discriminación. ¿Qué significa discriminación? “Discriminación” significa algo más que diferencia o distinción porque siempre se utiliza con una con una connotación peyorativa, injusta e ilegítima. ¿Por qué injusta e ilegítima? Porque va contra el principio elemental de la justicia el proceso de discriminación no termina ahí, sino que se completa en otra fase, que es la verdaderamente decisiva.

Para que la discriminación despliegue todas sus consecuencias negativas no basta que un grupo, sobre la base de un juicio de valor, afirme ser superior a otro. La consideración de la superioridad de una raza sobre otra comprende otro paso decisivo en el proceso de discriminación: sostiene que precisamente sobre la del juicio que una raza es superior a otra, la primera debe mandar, y la segunda obedecer, la primera dominar, la segunda ser sometida, la primera vivir, la otra morir.

Norberto Bobbio: filósofo italiano (1909-2004)

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