viernes, 14 de noviembre de 2008

La nueva droga del aborto: Misoprostol


Por Valeria Chavez (Infobae.com)

El medicamento está aprobado para el tratamiento de una úlcera, pero su cualidad de provocar contracciones uterinas difundió su "otro" uso. Profesionales advirtieron a Infobae.com sus riesgos

Si bien la droga en cuestión no está aprobada con fines obstétricos y pese a que en la Argentina existe una Ley Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable (ley 25.673), que establece que el sistema público de salud "debe dar asesoramiento y provisión de métodos anticonceptivos a toda persona mayor de 14 años que lo solicite", aún hay jóvenes que recurren a métodos poco seguros para provocarse un aborto, ante un embarazo no deseado.

El Misoprostol es un nuevo análogo de Prostaglandina E1 (PG E1) que comenzó a ser vendido en las farmacias de América Latina desde fines de la década de 1980 como tratamiento de la úlcera péptica, especialmente en los casos provocados por el uso de antiinflamatorios no esteroidales. Su aplicación con ese fin está contraindicada en embarazadas porque podría causar un aborto.

Para saber acerca de la droga, sus características y los riesgos de su uso, Infobae.com consultó a Mabel Bianco, presidente de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), y a Alicia Figueroa, ginecóloga del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam).

Respecto a cuál es el uso médico del Misoprostol, Bianco dijo que es una droga que actúa sobre la musculatura lisa, por lo cual tiene muchas aplicaciones e indicaciones médicas.

En tanto, Figueroa destacó que el "uso aprobado" de la pastilla es la protección gástrica de personas que toman antiinflamatorios durante mucho tiempo. Y remarcó que pese a que es de venta bajo receta, "lo que pasa es que en nuestro país eso no es estricto; cualquier antibiótico es de venta bajo receta, pero la prescripción no se cumple".

Así es que pese a que su presentación aprobada sea con otros fines, su cualidad de producir contracciones uterinas "como efecto secundario, que no es el efecto buscado por el fabricante" -según aseguró Figueroa-, hizo que en muchos países comience a usarse con objetivos obstétricos. Eso ocurre allí donde el aborto está legalizado, para abortar un feto muerto o si existe riesgo de vida de la madre en el embarazo.

Mabel Bianco explicó que como "el útero es un órgano de músculo liso, el Misoprostol lo estimula y provoca contracciones que son las que producen la interrupción del embarazo".

El uso de este fármaco está "muy localizado en la Capital Federal y en al Gran Buenos Aires", según informó la ginecóloga del Celsam, quien aseguró que en el interior del país las jóvenes aún realizan prácticas inseguras como "introducirse objetos punzantes en la vagina".

Para Bianco, "esas prácticas en general no asépticas constituyen una vía de entrada de gérmenes a la cavidad uterina, por lo que el riesgo de infección es grande (además de las posibles lesiones, perforaciones, roturas y otros que producen serias enfermedades e incluso la muerte)".

Es por eso que -según ella- "el aborto medicamentoso es de menor riesgo", pese a que hacerlo de manera "casera" y sin asesoramiento médico "puede desencadenar un aborto incompleto" (la mujer ignora que quedaron "restos" en su útero), con todos los riesgos que ello acarrea para su salud.

Otro de los peligros es que se usen dosis excesivas y produzcan "hemorragias importantes", además de los "males menores", como definió Figueroa a los efectos colaterales como las náuseas, vómitos y fiebre.

Internet, un medio de ¿incomunicación?

Proliferan en la red foros donde las jóvenes se aconsejan entre sí. Por increíble que parezca, cientos de mujeres desesperadas recurren a ellos para preguntar qué hacer ante un embarazo no deseado. Y lo más peligroso es que hay otras que -sobre la base de su experiencia- responden y dicen qué y cómo hacer.

"Es lógico que así ocurra porque los jóvenes todo lo investigan y comparten por esa vía. El problemas es que no tengan servicios de salud seguros y amigables a los cuales poder consultar no sólo para chequear la veracidad de la información, sino también para pedir atención y saber qué van a sentir, qué deben hacer", consideró la presidente de FEIM, para quien "el problema no es internet, sino que no tengan otras fuentes de información ni de orientación y sobre todo de atención de su salud".

La ginecóloga del Celsam aseguró que el "boca a boca" es el responsable de que estos métodos se "popularicen", al tiempo que remarcó el "anonimato que posibilita internet".

"Una mujer desesperada hace y busca cualquier cosa", subrayó Figueroa y destacó: "Si la chica ya está embrazada, mi consejo es que venza el temor y se abra con alguna persona de su familia en quien se pueda apoyar, porque la desesperación se alimenta de la soledad y una madre o una tía puede introducir una reflexión que cambie la historia de esa chica".

Asimismo, Figueroa informó que en la Argentina "una de cada tres mujeres que mueren a causa de embarazo lo hacen por aborto en situación de riesgo".

"La ley está, sólo hay que cumplirla"

Frase muchas veces dicha, si las hay... Para la ginecóloga Alicia Figueroa, "en nuestro país cuidarse cuesta mucho; hay muchas provincias que no dan pastillas, no colocan DIU, pese a que hay una ley que lo obliga".

La ley es la 25.673, de Salud Sexual y Procreación Responsable, que establece -según sintetizó Figueroa- que "el sistema público de salud debe dar asesoramiento y provisión de métodos anticonceptivos a todo el que lo solicite, desde los 14 años y sin obligación de que vaya acompañado por un mayor".
Fuente: Infobae

Comentario:

Es éste un tema muy difícil y delicado porque entran en juego una serie de circunstancias que a veces no se contemplan a la hora de ofrecer soluciones.

En primer lugar lo deseable sería que no hubiera personas, sobre todo muy jóvenes, casi infantes, que tuvieran que llegar a la instancia de recurrir a un aborto por la causa que fuere, sino que hubiera toda una serie de señales claras que los impulsaran a tratar de no tener que encontrarse en esa situación, llamémoslas: familia educadora y contenedora, escuela comunidad educativa, sociedad administradora de leyes justas, medios de comunicación menos inclinados a realizar programas que exacerben los impulsos sexuales genitales, iglesias que se preocupen por formar convenientemente a sus fieles según para luego no verse en situación de enfrentamiento con quienes manipulan leyes y creencias.

Porque si no, el resultado será siempre el mismo: surgirán nuevas ofertas de felicidad a partir del disfrute sin tener en cuenta que las consecuencias siempre se manifestarán porque no son producto del azar.

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