martes, 8 de julio de 2008

Argentina Ciudadana. Libro del Rabino Sergio Bergman


Una compleja historia de contradicciones, errores cíclicos y aciertos esporádicos, violencia fratricida y un patriotismo superficial endémico son sólo algunos de los rasgos que nos caracterizan como país. Argentina ciudadana con textos bíblicos plantea una mirada inédita acerca del verdadero significado de la Nación y sus habitantes. El libro del rabino Sergio Bergman traza precisos paralelismos entre el Antiguo Testamento y el pasado, presente y futuro del país; y halla en las Sagradas Escrituras las claves que explican los conflictos que hoy nos dividen.

Prólogo del Cardenal Jorge M. Bergoglio

La Argentina del porvenir es la que está siempre por-venir, como un proyecto de aquella promesa que los padres de la patria y los abuelos inmigrantes nos legaron para que nosotros convirtiéramos sus sueños en realidad.

El solo hecho de habitar el territorio argentino nos confiere la suma de los derechos legales que otorga la Constitución Nacional. Derechos que con gusto tomamos, pero que, en el ejercicio de la espiritualidad cívica, también implican cumplimiento de normas y obligaciones que muchas veces los argentinos no respetamos.

Sobre las garantías de la Constitución es que se convoca y se propone en este libro una consolidación del espíritu cívico de los argentinos para que, mediante la participación de todos los ciudadanos, podamos afianzar la democracia, las instituciones republicanas y, al mismo tiempo, construir la Nación que aún nos debemos.

A ese espíritu cívico es al que necesitamos apelar cuando, por lo general, caemos en el olvido y despreciamos nuestra historia, nuestros símbolos, nuestros próceres y prevalece, sobre todas las cosas, nuestra baja identificación con la argentinidad.

Aquello que el espíritu cívico busca desplegar en nosotros no es otra cosa que el orgullo, el entusiasmo, la inspiración y la alegría de ser argentinos.”

“el espíritu cívico termina expresándose en el triple lenguaje mancomunado de la mente, del corazón y de las manos. Se trata de pensar lo que se siente y se hace, de sentir lo que se piensa y se hace, de hacer lo que se piensa y se siente.

La palabra, el sentimiento y la acción resultan una misma cosa, real e indivisa y, a la vez, una actitud que no abandona ni el ejercicio de la libertad ni una responsabilidad del orden social.”

Datos del Autor:

Sergio Bergman, nació en Buenos Aires en 1962, está casado y tiene cuatro hijos.
Egresado de la facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, realizó distintos postgrados en universidades del exterior: Master en Educación, graduado Suma Cum Laude, en la Universidad Hebrea de Jerusalén; Master en Literatura Rabínica en el Hebrew Union College; y Master en Estudios Judaicos en el Jewish Theological Seminary.

Recibió su ordenación rabínica en 1992 egresando del Seminario Rabínico Latinoamericano Marshall Meyer de Buenos Aires y del Hebrew Union College de Jerusalén. Fue uno de los fundadores y miembro de Memoria Activa, instalándose como un referente social en el reclamo de justicia.

En 1994 regresa a la Argentina, e inicia su obra educativa, social y religiosa a través de la Fundación Judaica, con la creación de la escuela comunitaria Arlene Fern, emprendimientos sociales solidarios, proyectos de desarrollo comunitario, transformándose en constructor y activo protagonista del diálogo interreligioso.

A partir de 2001 asume, además, como Rabino del emblemático Templo de la calle Libertad, la primera sinagoga de la República Argentina. Además se desempeña como Presidente Ejecutivo de la Fundación Judaica, Presidente de la Fundación Argentina Ciudadana y Director Ejecutivo de R.A.I.C.E.S., Red de Acciones e Iniciativas Comunitarias por la Empresa Social.

Ha recibido numerosos premios otorgados por organismos nacionales e internacionales en reconocimiento de su desempeño académico y de su continua labor social. Entre otros: Premio Konex 2008 al Dirigente Comunitario; Premio Laurel de Plata 2007 otorgado por el Rotary Club de Buenos Aires; Premio 2007 a la Vocación Académica otorgado por la Fundación El Libro y Premio 2006 al Emprendedor Solidario otorgado por el Foro Ecuménico Social.

En los últimos años su figura se ha proyectado como referente religioso y social en el ámbito de la política cívica, consolidando su propuesta y su pensamiento en el Manifiesto Cívico Argentino, su primer libro. Argentina Ciudadana. Con Textos Bíblicos, es su segundo libro.

Fuente: Prensa Ediciones B- Grupo Z

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Fui a la presentaciòn del libro y la verdad que me encantaria que podamos ser esa minoria y juntos empecemos a hacer el cambio, a reacomodar esta sociedad que perdio el rumbo y que Dios quiera podamos reencaminar para que mis hijos y mis nietos no pasen los que mis padres y yo estamos viviendo. Volver a los valores, a la esencia de nuestro ser, a la verdad, a las cosas normales. Ojala juntos podamos lograrlo, tengo fe. Mucha fe, pero debemos unirnos para lograrlo y de la forma en que lo propone Sergio Bergman juntos en la diversidad, porque es mas importante que ser uno...solo no somos nada.
Tengo 26 años y hace tiempo que intento de mi mas humilde lugar como estudiante, como miembro de la sociedad hacer cambios, a veces por mas minimo que sean los consigo... pero cuesta muuucho, lo importante es no bajar los brazos y empezar con las comunidades civicas. De esa forma, uniendonos en pequeños grupos y proponiendonos cosas para el bien comun vamos a lograr cambiar a esa mayoria... y sera entonces que esa minoria termine siendo mayoria. Cuando mi madre termine de leer el libro, lo hare yo y ahi si, hare una critica un poco mas profunda del mismo.
Cariños, Lucila.

María Inés Maceratesi dijo...

Lucila:
Muchas gracias por tu comentario. Nunca bajes los brazos, es cierto que cuesta mucho vivir nuestros valores en una sociedad a contramano pero, vale la pena. Me alegra que hayas expresado tu testimonio de vida en este blog, será de gran importancia para cuantos lo lean y, en primer lugar, para mí.
El Rabino Bergman tiene una claridad providencial y se expresa de manera tal que todos entendamos la propuesta.
Te envío un cariño grande.
María Inés