miércoles, 14 de enero de 2009

Envejecer en compañía provee una mejor calidad de vida


Hoy son muchas las asociaciones de personas mayores que organizan actividades para fomentar las relaciones sociales y aprender a comunicarse dado que, el veinte por ciento de las personas mayores de sesenta y cinco años vive en soledad y apenas tiene contacto con otras personas. Es un hecho que la jubilación encuentra a quienes transitan por esta franja etárea, con un aumento del tiempo libre que generalmente, no están acostumbrados a tener, originándose un sentimiento de inutilidad. De ahí que las organizaciones que se ocupan del bienestar de las personas mayores, adviertan de esta situación e inclusive insistan en la necesidad de aprender a comunicarse para obtener una mejor calidad de vida. Todas las personas necesitan relacionarse y contar con alguien que les haga compañía y especialmente las personas mayores, porque envejecer acompañadas les ayuda a mantener una buena salud física y mental y por ende una mejor calidad de vida.

Las relaciones sociales, salidas con amigos y amigas, reuniones familiares y la asistencia a cursos y talleres es una buena opción, lo mismo que ayudar en tareas solidarias. Lo más importante es que los adultos mayores se sientan útiles y se convenzan de que es un buen hábito salir de casa, cuidar las relaciones con los demás y aprender a comunicarse retrasando así las posibles situaciones de dependencia. a las cuales conduce el aislamiento, la pasividad y la monotonía.

La importancia de las relaciones sociales es vital, ya que las personas se animan a preocuparse por su aspecto físico, conocen personas con quienes intercambiar opiniones y salir juntos.Existen también programas de acompañamiento a personas de edad avanzada que se encuentran solas y sin recursos que son atendidas por organizaciones que cuentan con voluntarios y voluntarias que visitan a las personas en su domicilio y les acompañan a realizar gestiones puntuales (médicas o administrativas), le ofrecen apoyo afectivo a quienes padecen enfermedad y organizan celebraciones en fechas especiales.Para que las relaciones sociales sean satisfactorias es necesario cuidarlas contando a los demás lo que nos preocupa, pero también escucharles y expresar los sentimientos demostrando interés por las personas que nos rodean. Implicarse, participar, ofrecer y pedir ayuda, tejiendo una red de relaciones entre familiares y amigos para compartir tanto las preocupaciones como las alegrías.

El informe "Condiciones de vida de las personas mayores", del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), elaborado en España, revela que las actividades preferidas de los mayores son, por este orden, ver la televisión, oír la radio, pasear por un parque, leer y hacer la compra.
En cambio, la mayoría no acude nunca a un centro social o asociación de mayores, no realiza actividades de gimnasia, ni asiste a espectáculos, es decir, no planea actividades que le permitan relacionarse con otras personas. De hecho, algo más de la mitad de los encuestados asegura realizar estas tareas con la familia (56%) y el resto, solas (35%) o con amigos (7,5%).

En el caso de las personas viudas, lo habitual es que prefieran quedarse en casa, en lugar de relacionarse. Sin embargo, es importante que hablen con otras personas de lo que sienten, especialmente, con aquellas que han pasado por la misma experiencia o lo están haciendo.
El apoyo de la familia y de los amigos es fundamental para recuperarse. "La clave para prevenir la depresión es aprovechar las oportunidades que nuestra actividad cotidiana nos va ofreciendo para continuar disfrutando y enriqueciéndonos", asegura la SEGG.

Para la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), "toda persona mayor debe sentirse orgullosa por haber llegado ahí". Con este objetivo, cuenta con un Decálogo para las personas mayores, en el que les anima a sentirse orgullosas de su condición y ver esta etapa "tan plena como cualquier otra". Asimismo, aboga porque desaparezcan todas las formas de discriminación por razones de edad y se disminuya la frecuencia e intensidad de la dependencia. En este sentido, lamenta que el acceso a la atención geriátrica no sea universal y rechaza que se relacione "vejez con terminalidad".
Fuente: Consumer.es

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