martes, 1 de septiembre de 2009

El Censo debe incluir la pregunta sobre religión

Dar cuenta de las opciones religiosas de los argentinos ayudará a conocer de modo más preciso cómo se han ido modificando las tramas culturales.

Por: Fortunato Mallimaci y Juan Cruz EsquivelFuente: SOCIOLOGOS (UBA-CONICET)

El Censo Nacional de Población es un instrumento que, cada diez años, permite radiografiar a la sociedad en sus múltiples aspectos: el nivel educativo, la situación laboral, las condiciones de salud, la organización familiar, el hábitat, así como otros tantos indicadores sociodemográficos.

Hasta 1960, el Censo en Argentina consultaba a sus ciudadanos sobre la adscripción religiosa. Con la exclusión de esa pregunta en los cuestionarios censales posteriores, lamentablemente carecemos de datos estadísticos nacionales sobre la religiosidad de los habitantes de nuestro país.

La amplia repercusión mediática que tuvo en 2008 la encuesta realizada desde el CEIL/CONICET, junto con la Universidad de Buenos Aires y las Universidades Nacionales de Rosario, Santiago del Estero y Cuyo sobre las creencias y actitudes religiosas, refleja con claridad la necesidad y la demanda social de contar con información certera en el terreno de las identidades religiosas. Es que las religiones son parte constitutiva de la cultura e idiosincrasia de la sociedad argentina. Y su imbricación social, lejos de mostrarse invariante, se va transformando en el tiempo.

Si tiempo atrás instituciones "sólidas" eran capaces de modelar con mayor eficacia los universos de sentido de la ciudadanía, los contemporáneos procesos de individuación han replanteado y pluralizado las formas de expresar las creencias, de vincularse con lo trascendente, de transitar y o permanecer en grupos e instituciones religiosas, de construir nuevas redes de sentido identitario.

Desde ya que estas transformaciones no son exclusivas del campo religioso; es posible reconocer sus trazos en las relaciones del individuo con los partidos políticos, con la organización del trabajo, con las representaciones sociales.

Por lo enunciado anteriormente, dar cuenta de las opciones religiosas y de los procesos de recomposición religiosa de los argentinos, según edad, sexo, nivel educativo, ocupación, lugar de residencia, etc., nos ayudará a conocer de un modo más exhaustivo las transformaciones de las tramas culturales a lo largo y a lo ancho de nuestro país.

Otros países de la región como Brasil, México, Chile y Perú exploran sobre la cuestión religiosa en sus respectivos censos. En ese sentido, indagar acerca de preferencias religiosas en Argentina permitiría no sólo analizar comparativamente el fenómeno religioso en el contexto de América latina, sino también fortalecer con mayor precisión la planificación y formulación de las políticas de Estado. Y facultará también a los propios actores, esto es, a las instituciones y grupos religiosos, a dimensionar con exactitud la adhesión y presencia de su culto en cada municipio y en cada provincia de la Argentina.
Fuente: Diario "Clarín" 20-8-09

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