miércoles, 29 de abril de 2009

Redescubrir el matrimonio como proyecto de vida


El 26 de abril se celebró el día del matrimonio. En diálogo con San Pablo, Beatriz Balian de Tagtachian, socióloga y directora del departamento de Sociología de la Universidad Católica Argentina, nos da su opinión sobre la unión en matrimonio, la familia y los cambios que afronta en los últimos tiempos.

¿ Cómo definiría el concepto del matrimonio?

La institución de matrimonio como institución social, en su gran mayoría, está reconocida como la unión entre un varón y una mujer, que viven juntos en un hogar y legitiman sus hijos. En los últimos tiempos, se producen uniones de hecho que, muchas veces, no coinciden con lo legal, parejas que conviven sin estar casados. Nosotros hemos hecho estudios sobre la base de encuestas, en las que se concluye que, para este tipo de uniones, hay tres finales posibles, o la pareja sigue conviviendo in eternum; o se casan, generalmente, esto sucede, cuando tienen un hijo; o se separan y forman nuevas parejas.Otro dato importante que se recolectó, a raíz de las encuestas, es que, a menor edad, hay más uniones de hecho, y a mayor edad, más matrimonios.

Estos datos muestran un poco cómo es la situación hoy en día…¿Por qué cree que es importante el matrimonio?


El matrimonio es importante para la familia, para la sociedad y para las personas. Es una red de confianza donde uno se siente respaldado y apoyado por otros. Cuando hay apoyo personal, la gente está mejor, más contenida. La familia te da idea de cuál es tu propio espacio, te da pertenencia y una identidad. De alguna forma, la familia es la que se ocupa de hacer el link entre la persona y la sociedad en general, es la que prepara a la persona para vivir en sociedad. Cuando la estructura familiar está limitada, también se resiente la sociedad, y aparecen los problemas, las disfunciones. Un ejemplo de esto son esos chicos que matan y roban; en estos casos, es probable que haya algún tipo de carencia familiar detrás.

¿Cómo ve la institución del matrimonio hoy? Y ¿cómo cree que cambió en las últimas décadas?

Como muchas otras actividades, en el matrimonio, como institución social, también cambiaron sus diversas formas de manifestación. Por ejemplo, en cuanto a la división de tareas, podría decirse que se pasó a una división estricta, según diferentes áreas: del trabajo doméstico a cargo de la mujer y trabajo extrahogareño a cargo del varón, a una división compartida de las tareas. La participación de la mujer en el trabajo extrahogareño, como consecuencia de su mayor educación, generó cambios en la forma de distribución de las tareas en el hogar. Entre los más jóvenes, los dos salen a trabajar y ambos se encargan de las tareas del hogar. Cuando son padres, también las tareas se comparten, es mucho más frecuente que el hombre cambie los pañales (ahora es más fácil, porque existen los pañales descartables), prepare la mamadera o la comida y se ocupe del baño de los niños.Estos cambios no son fáciles de realizar o comprender, especialmente para el varón, quien posiblemente se crió con otro modelo masculino y, por tanto, quizá lo que hace es más por obligación que por convicción. Además, la jefatura del hogar le correspondía principalmente a él, hoy, puede decirse que es compartida o, a veces, si se mira desde el punto de vista económico, le corresponde a la mujer. Estos aspectos suelen manifestarse en componentes afectivos disfuncionales que terminan en conflictos frecuentes e, incluso, en divorcio. Sobre todo, si no se ha creado un marco de valores profundos que contribuya a asumir la vida con compromiso, con sus alegrías y tristezas, soluciones y dificultades, etc.

¿Junto con los cambios en el matrimonio cambia el modelo de familia?

Si se comparan las ideas acerca del matrimonio de la década del 50 con las deahora, sin duda, se registran cambios. En un trabajo reciente de investigación, se pudo constatar que las familias valoran actualmente las mayores posibilidades de comunicación, con expresiones tales como: “hay más diálogo”, “se pueden comunicar más abiertamente con los hijos”, “todos están involucrados”, pero también les preocupan cuestiones como las siguientes: “que “los padres no pueden poner límites a los hijos”, “muchas horas de trabajo y menos tiempo con los hijos”. Estos temas confirman que el matrimonio no puede estar basado únicamente en una pauta de amor romántico, sino que es un proyecto de vida que necesita dedicación.

¿Qué consejo le puede dar, desde su posición, a una pareja que está por casarse?

Yo le diría que tienen que prepararse para los distintos componentes de la vida matrimonial: los económicos, la sexualidad, la afectividad, los hijos, las familias extensas, la comunidad de la que se forma parte, los amigos, los hobbies, los momentos de éxito y los momentos de dificultad...Yo creo que algo que debería hacerse es que, así como se imparten cursos prematrimoniales, debería haber uno que ayude a guiar a la pareja en los primeros años del matrimonio, un apoyo que logre fortalecer el vínculo.

Fuente: San Pablo On line

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