Que tu visión interior sea transformada para que puedas ver más claramente tu propio viaje con toda la humanidad como un viaje de paz, esperanza y unidad (Nm 24, 15-17;Jn 20, 20).
Que tu Dios sea alguien en el que te puedas apoyar en os momentos débiles y dolorosos. Que conozcas a Dios como tu roca, tu refugio, tu fuerza, tu consuelo y apoyo (Sal 94, 18).
Que seas consciente de todos los lugares por los que te llevan tus pies en el nuevo año. Que conozcas qué bellos son los pies del mensajero que anuncia la buena noticia (Is 52,7).
Que no tengas miedo a las preguntas que oprimen tu corazón y tu mente. Que las acojas y esperes pacientemente el día en que encontrarán contestación (Mt 11, 3).
Que seas el que da la bienvenida con una sonrisa a los que te estrechen tu mano; las manos que extiendas a todo el mundo te bendecirás con su presencia (Lc 7, 36-50).
Que sea tuyo el regalo de la reverencia por todas las cosas creadas. Que te enfrentes con valentía y entusiasmo a la responsabilidad de preservar y cuidar la belleza de la tierra (Sir 42, 15; 43, 33).
Que el manantial de la compasión mane profundamente dentro de ti hasta que puedas probar las lágrimas de tus hermanos (2Cor 1, 3-7).
Que te despiertes cada mañana con la acción de gracias en tus labios y en tu corazón, reconociendo que todo es don, que todo es bendición (Sal 138, 1).
Que tu amistad con Dios sea fuerte y sana. Que ese amor sea a la vez consuelo y reto mientras luchas por encontrar el camino en el año nuevo (Jn 21, 15-19).
Que tu espíritu esté abierto y alerta para descubrir la voluntad de Dios para ti. Que tu oración sea de sabiduría, orientación y profundo entendimiento del camino de Dios para ti (Lc 1, 26-38)
Que tu vida este año sea un nuevo regalo para Dios.
Feliz Año 2010!
Gracias Belén Aenlle por enviarme esta Bendición del Nuevo Año
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