viernes, 21 de febrero de 2014

La familia ya es un punto central del pontificado del Papa Francisco




Una amplia actividad se ha desplegado en la segunda mitad de febrero en el Vaticano, con el sello muy personal del Papa Francisco. Por una parte, el Papa quiere fortalecer la participación y la colegialidad como se ha visto en la convocatoria para los días 20 y 21 de febrero del Consistorio no público de cardenales de todo el mundo, a quienes ha pedido sus opiniones sobre el tema de la familia, y que servirá de base para el estudio del próximo Sínodo Extraordinario sobre la Familia a celebrar en octubre. El día 22 se celebrará en el Vaticano otro Consistorio público para la creación de 16 nuevos cardenales.
              
El padre Lombardi, portavoz de la Santa Sede, manifestó que no hay que esperar conclusiones concretas del Consistorio. La ponencia del mismo ha sido escrita por el cardenal alemán, Walter Kasper, presidente emérito del Pontificio Consejo para la Unidad entre los Cristianos. El documento es reservado porque es un documento de estudio. El padre Lombardi, ha dicho que el texto de esta ponencia está en “gran sintonía” con lo que ha dicho el Papa Francisco.

Las opiniones recogidas en este Consistorio no público, más los resultados y estudios sobre la encuesta que envió el Papa a todos los obispos y fieles, serán la documentación base para el Sínodo de este año. Como es sabido, el año próximo se celebrará otro Sínodo, de carácter ordinario, para seguir tratando el tema de la familia, que como se ve es un tema central del actual Papa, igual que la reforma de la Curia Romana y la práctica de la austeridad y amor a los pobres de todos los creyentes.
              
Han asistido al Consistorio no público 150 cardenales de todo el mundo, que no son todos, pues no han podido asistir por impedimentos de salud, edad u otras circunstancias unos 30 cardenales, casi todos ellos mayores de 80 años. El neo-cardenal Loris Capovilla, que fue el secretario personal de Juan XXIII, excusó su ausencia al Consistorio público del día 22, dado que a sus 92 años tiene poca movilidad.  El Papa ha anunciado que los tres presidentes del próximo Sínodo serán los cardenales de París y de Manila, y el arzobispo brasileño de Aparecida
              
Por otro lado, el Papa Francisco se ha reunido con los cardenales del G-8 que estudian la reforma de la Curia Romana, y que han aprobado constituir un organismo análogo a una congregación o dicasterio sobre las Finanzas del Vaticano.
              
¿Qué puede aportar hoy la doctrina de la Iglesia en el tema de la familia y el matrimonio? Es evidente que las circunstancias en las que una familia se mueve en la sociedad actual poco o nada tienen que ver con una familia de hace 50 u 80 años.  Según el padre Lombardi, los cardenales analizaron el «gran compromiso de lograr conjugar de la mejor forma posible el tema de la fidelidad al mandato de Cristo», al de la misericordia y al de la atención «pastoral a las personas y a las diferentes situaciones», así como valorar que “la dimensión jurídica y la pastoral no están en contradicción”.

Sin embargo, en este Consistorio no fueron tratados los temas de la contracepción ni el de las parejas del mismo sexo. Como decía Benedicto XVI sobre el matrimonio es necesario conjugar el laxismo con el rigorismo, y esto se hace en el “sacramento de la penitencia, que podría ser la senda para dar cabida a las situaciones difíciles”. Se trata de profundizar los textos de la Revelación, del antiguo y del nuevo Testamento, y en especial la Carta de San Pablo a los Efesios, según ha  informado el portavoz padre Lombardi.
                 
En unas declaraciones del cardenal Kasper al diario La Stampa, este afirma que su documento es en realidad una suma de propuestas que deben resolverse en el Sínodo, pues no hay que llevar al Sínodo el trabajo hecho por él y los cardenales que asisten al Consistorio. Sin embargo,  hay que tener en cuenta situaciones muy problemáticas y difíciles que pasan algunos matrimonios.

Redescubrir la belleza del matrimonio
              
El Papa Francisco ha dicho que es necesario redescubrir  la “belleza del matrimonio y de la familia”, la cual es “la célula básica de la sociedad humana”, pues la verdad se acepta mejor a través de la belleza. O sea  estudiar “lo que hay de bello, auténtico y bueno” en la familia, sin ignorar sus dificultades, fatigas y sufrimientos, “sin caer en casuísticas que rebajarían el nivel de nuestro trabajo”. “Hoy la familia es despreciada, maltratada”, y por lo tanto hay que destacar “lo bello” en ella, pues el Creador “ha bendecido desde el principio al hombre y a la mujer para que fueran fecundos y se multiplicaran sobre la tierra”.

Eutanasia: “La salud no es una garantía de felicidad”

El jueves 20 de febrero el Papa envió un mensaje a la Pontificia Academia para la Vida, que estudia en asamblea plenaria la defensa de la vida en el “envejecimiento y discapacidad”. El Papa defendió de nuevo las bases antropológicas en las que se asienta el hombre, y ha dicho: “la salud es sin duda un valor importante, pero no determina el valor de la persona. La salud no es una garantía de felicidad: esta, de hecho, puede abundar en personas con problemas de salud.  Por lo tanto la falta de salud y la discapacidad no son una buena razón para excluir, o peor aún, para quitar de en medio una persona”. Y añadió que el mayor sufrimiento de las personas mayores no es su salud, ni la discapacidad, ni el debilitamiento del cuerpo, “sino el abandono, la exclusión y la privación de amor”. El Papa, que en ningún momento habla de eutanasia ni de aborto sino del valor de la vida, afirma que “en nuestra sociedad existe la tiranía de una lógica económica que excluye y a veces mata, y de las que muchas personas son víctimas hoy, comenzando por las personas mayores “.

Precisamente es en el seno familiar donde más se valora “la vida de las personas, incluso en la vejez, en la discapacidad, en la enfermedad grave o incluso  cuando se está apagando”. Es “necesario escuchar” cada que se quiera leer el signo de los tiempos a los jóvenes y a los ancianos”. La familia enseña a no caer en el individualismo y a “equilibrar el yo con el nosotros”. El “Evangelio de la Vida”, como la llama el Papa Francisco, es un trabajo “a menudo cansado porque implica a ir contra corriente, pero es siempre precioso”, donde se vive realmente la solidaridad. En la familia se aprende a no caer en la discriminación de las vidas humanas por la pérdida de la salud.     

Fuente: Aleteia
Un artículo de Salvador Aragonés

No hay comentarios.: