martes, 12 de junio de 2007

La Fiesta (Recurso catequístico para reflexión en grupos)



Hoy es 30 de Noviembre de 2017, en casa de la familia Gómez se está preparando la fiesta de la primera Comunión de Gabriela y Pablo, los mellizos de la familia, una familia como tantas de las que habitan en esta ciudad. Las corridas son innumerables, la ropa, el moño, los zapatos, la animación de la fiesta, los souvenir, todo es elegido cuidadosamente, con tiempo, con dedicación de toda la familia.

Abuelos, tíos, primos, todos colaboran con algo porque es un acontecimiento especial, los nenes recibirán a Jesús por vez primera... - por lo menos eso dijo la catequista - .

Todo marcha de maravillas hasta que a Gabriela se le ocurre una pregunta:
Papá, ¿qué es recibir a Jesús por primera vez?

y Pablo también tiene una pregunta:
Mamá, ¿mi fiesta será mejor que la de mis compañeros? y... ¿qué me van a regalar?

Papá y mamá se miran sin saber qué responder a la pregunta de Gabriela y prefieren responder a la de Pablo. Ustedes se preguntarán ¿por qué no le respondieron a la nena?, sencillamente pensaron que era más fácil, llevaba menos tiempo responder a Pablo, ¡imagínense la respuesta!

¡Seguro que tu fiesta será la mejor!, ¿no te das cuenta el tiempo que nos llevó prepararla ?, casi desde que comenzaron con la catequesis.

Papá, insistió Gabriela, ¿qué es recibir a Jesús por primera vez?

Nena, mamá y yo estamos muy ocupados pero... ¿para qué te mandamos a la Parroquia, tu catequista no te explicó?, después de todo ésa es su función. ¡Vamos, vení a inflar más globos!.

Gabriela quedó muy triste con la respuesta de su papá y, para colmo, su mamá también eludió la pregunta.

Por la noche, cuando todos se retiraron a descansar, papá y mamá Gomez escucharon una voz que les decía:
¡Oigan!, ¿por qué no respondieron a la pregunta de Gabriela, acaso no pueden hacerlo?

Claro, sucede que cada uno de nosotros, fuimos bautizados de muy chiquitos y cuando tomamos la primera Comunión nos enseñaron "verdades" que, como loros, debíamos repetir de memoria, y para colmo, con unas palabras que no se entendían y un cura pesado que insistía una y otra vez

¡Chicos, el domingo es obligatorio venir a misa y quien no venga será castigado por Dios!

¡Qué bajón!, ¡Qué aburrido!, pensaron coincidentemente los Gómez, ¡ pararse, sentarse, hacer silencio, cantar, escuchar, no moverse! , todo programado, como en el regimiento de granaderos a caballo. ¡ Teníamos nueve años!, ¿qué querían de nosotros?...¡ chicos obedientes, sin cuestionamientos y menos aún de tipo religioso!... pero claro, hoy no es así, los chicos, por suerte hacen preguntas y esperan respuestas...¿ de quiénes?, primero de papá y mamá, y si no reciben lo que buscan, buscarán en otro lugar.

¡Ojo, alerta papá y mamá Gómez! les decía la vocecita que no era otra que la conciencia, ¡ustedes saben mejor que nadie lo que es bueno para sus hijos pero... a veces no tienen tiempo, ni ganas y cuando hay tiempo es preferible invertirlo en diversión ¿no es cierto? y si se trata de preguntas como la de Gabriela, de tipo religioso, peor aún. Después de todo, la Iglesia es lo más aburrido que hay, desde el cura párroco, las viejitas que rezan el rosario, las solteronas que no saben que hacer, las señoras que en lugar de ocuparse de su familia y su casa van a perder el tiempo al templo... bueno... es una realidad pero...a medias...¿no estará cambiando?, ¿no se necesitarán más jóvenes?

¡Qué bueno sería hacer de la Parroquia del barrio una casa alegre, acogedora, festiva pero... ¿nos dejarán?... pensó la mamá, seguro que tendremos que aprender, hacernos preguntas, dialogar, discutir sin pelear...¡uff, tantas cosas!...¿podremos escuchar lo que las catequistas transmiten a nuestros hijos?...¿queremos colaborar?... y antes, cuando nosotros éramos chicos, ¿se podía?... y si se hubiera podido ¿en qué hubiera cambiado nuestra vida?

Como verán, la conciencia de los Gómez les dio bastante para pensar. El papá pensaba: - y... si mi mamá y mi papá me hubieran ayudado a responderme las preguntas que no me atreví a hacerles ¿ quién soy?, ¿para qué estoy?, ¿a dónde voy?. ¿para qué sirvo?, ¿para qué vivo?, ¿dónde iré cuando me vaya de este mundo?, ¿para qué sirve tener fe?, ¿para qué sirve la iglesia, bautizarse, tomar la Comunión, ir a misa, casarse, etc.? quizá yo hoy podría ayudar a mis hijos.

En este momento, la mamá encendió la luz. Los dos habían estado pensando en el tema, miró a su esposo y los dos compartieron sus pensamientos.

Mamá Gómez dijo - ¿Qué te parece si nos vamos mañana a la parroquia, hablamos con el párroco y la catequista y le proponemos que, antes de la comunión de los chicos compartamos como padres como fue nuestra catequesis?.

Papá Gómez respondió: - si la secretaria no nos dice que el párroco está muy ocupado en una reunión, o descansando, quizá podamos hacerlo, si no, ya no hay mucho tiempo. - Bueno, probemos, total, el no ya lo tenemos.

Pero... a mí se me ocurrió otra cosa que también podríamos hacer: ¿que te parece hacer una reunión con nuestros padres y nuestros padrinos de bautismo, en casa, y les preguntamos si nosotros hacíamos las preguntas que hoy hacen los chicos y qué nos respondían ellos porque yo... francamente... no recuerdo nada. ¿nos habrán motivado para que preguntáramos?


Moraleja: Queridos papás y mamás Gómez, Gutierrez, o como se llamen, hoy estamos en el año 2006 ¡ no dejen para mañana lo que pueden hacer hoy!. Preparen la fiesta de la vida para sus hijos desde su nacimiento, hoy decidieron bautizarlos y en el año 2015 ellos podrán hacerles preguntas como la de Gabriela o más aún... les pueden preguntar por el sentido de la vida, ¿tienen ustedes respuestas a la luz de la razón y de la fe como bautizados conscientes de su bautismo y su compromiso con la historia?


Dice Jesús a sus apóstoles: "Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes.
Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia. (Cfr. Mateo 28, 19-20)

Autor:
María Inés Maceratesi



Modalidad de trabajo:

- Leer el cuento individualmente.
- Comentarlo con los demás integrantes del grupo.
- Señalar los aspectos que más interesaron a cada uno.
- Responderse individualmente las preguntas guía para la reflexión.


Preguntas guía para la reflexión del cuento:

a) Como adultos que hoy somos: ¿Qué preguntas aún no nos hemos respondido?
b) Por qué el Bautismo se celebra con una fiesta familiar?


Preguntas guía para la reflexión del Evangelio:

a) ¿Quiénes son nuestros "discípulos"?
b) ¿Por qué y para qué los bautizamos?
c) ¿Qué les tenemos que enseñar y cómo?
d) ¿Con qué ayudas contamos?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola María Ines,
Mi nombre es María y soy catequista de niños de una capilla.
Este año me propusieron dar unos encuentros de catequesis pre-bautismal a jovenes (mayores de 20 años) y quisiera saber si podrías orientarme respecto a algún material a utilizar.
Desde ya muchísimas gracias. Cariños, María
PD: He visto en la página que se menciona un cuento llamado "La fiesta" ¿dónde puedo conseguirlo?